Menú degustación en Taberna Seguntina | Sigüenza

En nuestra ruta por la comarca de Serranía en Guadalajara, incluimos una parada en la encantadora Sigüenza. La localidad aún conserva su trazado medieval de calles estrechas, plazas y viejas construcciones de piedra que desvelan anécdotas y destacados sucesos al visitante, mientras guardan con recelo otros tantos secretos.

Exhaustos tras recorrer durante horas las principales páginas de su historia, decidimos detenernos en su calle Mayor en busca de un lugar donde reponer fuerzas. Empinada y empedrada, salva un gran desnivel al conectar su catedral y plaza Mayor con su impresionante castillo fortaleza del siglo XIII, actualmente Parador de Turismo.

Guiados por los irresistibles aromas de la cocina tradicional, dimos con la Taberna Seguntina, especializada en gastronomía castellana y asados en horno de leña. Aunque cuenta con un acogedor salón campestre, esta vez nos dejamos seducir por su terraza de verano. Un emplazamiento exclusivo con vistas privilegiadas al pinar de Sigüenza, donde los colores de la naturaleza se funden con el rojo de los típicos manteles a cuadros, creando una atmósfera de paz y bienestar inmejorable.

Un servicio estupendo, muy profesional, que conoce a la perfección la carta y el género que ofrece el restaurante, completa nuestra magnífica experiencia. Sin duda, el mejor punto y aparte a nuestra escapada por tierras de Guadalajara.

MENÚ DEGUSTACIÓN: 29,50 €

Para un mínimo de dos personas, incluye cuatro entrantes y un plato principal a elegir entre cuatro opciones. Así como pan, bebida y postre (en negrita los platos fotografiados que probamos).

Entrantes: Migas seguntinas y morteruelo «de mi pueblo» (paté en lonchas) | Pimientos de piquillo rellenos de bacalao | Cardo al Cabrales.

Plato principal: Cabrito asado | Cordero asado | Cochinillo asado | Entrecot de ternera a la brasa.

VALORACIÓN DEL MENÚ: 10/10. Exquisito y auténticamente seguntino, demostrando en cada plato el mimo a los productos de la tierra. Aunque personalmente prescindiría de los singulares cardos, no hay pega posible. Acompañamos el festín de un excelente vino tinto Tempranillo Bravía cosecha del 2010. ¡Sin palabras!